domingo, 20 de febrero de 2011

Reflexión de un espectador - Respeto para l@s monologuistas!


Hoy tengo el día un tanto reflexivo. Por eso antes de compartir con vosotros un nuevo monólogo, quiero hacer lo propio con un pensamiento.

Y es que creo que hay gente que no sabe apreciar lo que supone para un monologuista subirse a un escenario. Yo no lo soy, pero estoy seguro de que es más difícil de lo que podemos imaginar. Nosotros como espectadores vemos a una persona que, con un micrófono en las manos, nos hace reír. Nos cuenta sus "problemas", sus "amores", sus "experiencias"... y a nosotros nos parece que eso es tan fácil como andar en bici.

El problema de eso no sería importante, de no ser por lo que voy a comentar a continuación. Hablando el otro día con varias personas, me comentaban que no entendían como había ciertas personas que se dedicaban a los monólogos, que no entendía que los contratasen y que les parecía imposible las historias que cuentan fuesen graciosas. Por mucho que yo le intentaba explicar mi visión, a ellos les daba igual, seguían "encerrados" en su idea.

Pues bien, lo que yo les intentaba explicar era que no todos los monologuistas son iguales. Que no todos tienen "el mismo humor" y que no todos los monólogos son iguales (de este tema en concreto estoy preparando una entrada). Los hay que hablan del amor, los hay que hacen un amor "más actual", que cuentan historias "más verdes".... En fin, que hay todo tipo de gamas.

No quiero que se me interprete mal. Es respetable el que te guste uno u otro. Es más, yo mismo tengo mis preferencias y yo tengo un tipo de humor que me gusta más. El problema de lo que me comentaban viene de cuando se pasa a criticar a la persona, y no al artista. Bastante difícil es para el monologuista pensar en casa una historia, escribirla, buscar frases graciosas, gestos... como para que aún encima critiquemos su trabajo. Es más, todos los monologuistas van adaptando su historia según la aceptación que tienen.

Por todo, yo podré decir que lo que veo y escucho en un monólogo me parecerá más o menos gracioso. Pero, a pesar de eso, seguiré admirando a todos esos hombres y mujeres que día si, y día también, recorren toda la geografía española para hacernos reír, para que pasemos un buen momento. Y en muchos casos que lo hacen por "cuatro duros", que no viven de esto, que no tendrían necesidad de hacerlo, pero que como les gusta, quieren compartir eso con nosotros.

La finalidad de esta "Reflexión" no es otra que el pedir que antes de criticar a alguien, pensemos en todo el trabajo y toda la dificultad que supone lo que hacen. Porque yo, personalmente, veo imposible el que yo pueda hacer eso. Que si, que seguro que hay algunos que no valen para esto, pero ya sólo por intentarlo, merecen (creo yo), todo el respeto del mundo. El que yo piense una historia de una hora, subirme a un escenario y contarlo. Y quién diga: "Yo lo haría mejor", que coja un micrófono, se ponga delante de 30-50 desconocidos y cuente lo que quiera.

Saludos y muchas risas para todos!

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